¿QUÉ ES #TODOCHILEPREPARADO?

Es una estrategia que busca desarrollar y fortalecer las capacidades de personas, comunidades, organizaciones, gobiernos locales y empresas en temáticas de gestión del riesgo de desastres (GRD) en todas las comunas de Chile, para llegar al 2030 más preparados para enfrentar las emergencias o desastres que nos puedan afectar como país.

Ser parte y contribuir directamente a uno de nuestros mayores objetivos: #TodoChilePreparado Estrategia 2023 – 2030.

La importancia de Todo Chile Preparado para nuestro país.

Chile es un país altamente vulnerable a desastres. Periódicamente ocurren terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, incendios, aluviones y otras amenazas naturales o antrópicas como ocurre en la mayoría de las ocasiones con los incendios, por la acción irresponsable de nosotros como personas.


Asimismo, Chile se encuentra dentro del llamado Cinturón de fuego del Pacífico, la zona más activa sísmicamente del mundo, producto de la tectónica de placas que produce la subducción de la placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana.

Estos movimientos generan muchísima tensión entre ambas placas que finalmente se libera en forma de terremotos o pequeños sismos.

Además, es importante mencionar que existen otros aspectos que tornan a Chile más vulnerable frente a los desastres, como la sobreexplotación de recursos naturales, la contaminación, la no renovación del suelo y la construcción de viviendas en espacios no adecuados para el uso habitacional.


Sólo en los últimos años podemos mencionar grandes desastres como el terremoto de 2010, que afectó desde la región Metropolitana hasta La Araucanía, y el aluvión del año 2015 que impactó a las regiones de Antofagasta y Atacama, donde 12 escuelas debieron ser utilizadas como albergues.


Los incendios forestales de enero del 2017 afectaron diferentes zonas del centro y sur de nuestro país, con mayor intensidad en las regiones de O’Higgins, Maule y Bío Bío, los cuales tuvieron una extensión inédita y más de 7 mil personas resultaron damnificadas.

Finalmente, el terremoto del 19 de enero de 2019 en Coquimbo, donde 117 establecimientos educacionales sufrieron daños en su infraestructura.


Actualmente, en 2023 han acontecido los incendios forestales de la región de Valparaíso y los incendios forestales que comenzaron en febrero, los que afectaron a las regiones de Ñuble, Araucanía y Bío Bío, donde más de 7 mil personas se han visto damnificadas, y el soporte humanitario aún se necesita en diferentes áreas, tales como vivienda, alimentación, abrigo, establecimientos educacionales, entre otros.
A nivel global, en la mayoría de los países aún se está enfocando el trabajo de los desastres solo en la fase de respuesta, cuando la amenaza impacta a los territorios.

Sin embargo, es vital trabajar por la reducción y la preparación del riesgo de desastres en todas las fases de la gestión del riesgo y no solo en la respuesta.

Invertir en preparación ante los desastres nos permite salvar vidas y también recursos.

El reporte de las Naciones Unidas del año 2021 sobre la importancia de invertir en reducción y preparación frente a los desastres señala que se asignaron $ 133 mil millones de asistencia oficial para el desarrollo para ayuda relacionada con desastres entre 2010 y 2019 en distintas zonas a nivel global, pero solo $ 5,5 mil millones se invirtieron en medidas para reducir los riesgos y disminuir el impacto de los desastres.

No obstante, el mismo reporte señala que diferentes artículos académicos han llegado a la conclusión que cada dólar invertido en la prevención de la reducción del riesgo de desastres puede resultar en ahorros de $3 a $15 en pérdidas por este motivo.


La experiencia japonesa ha sido un referente a nivel mundial sobre la importancia del trabajo comunitario en lo relacionado con la educación y la preparación frente a las emergencias y desastres.

Validándose el hecho de que una comunidad capacitada y coordinada es la base para generar soluciones oportunas a la ayuda que posteriormente pueda entregar el gobierno central.

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